Gorka Seco fue el jugador más destacado de los de Santutxu

A pesar de la amplia victoria 72-53, los de Santutxu consiguieron una de esas victorias que no dejan un buen sabor de boca a un entrenador salvando que se acaba ganando.

Uno aún no puede saber si los jugadores bilbaínos salieron a la cancha pensando en cómo dejaron escapar la victoria la jornada pasada en Mungia ó si pensaban que aún estaban en la noche de Halloween y salieron disfrazados de muerto viviente con una actitud defensiva que no mordía como en jornadas anteriores, numerosas pérdidas de balón tanto en el pase como en el bote y una espesura en ataque exasperante.

Afortunadamente, los locales tuvieron a un Gorka Seco que salió disfrazado de jugador de baloncesto y que con dos triples consecutivos puso por delante a los suyos y dio un colchón que fue suficiente para doblegar a un conjunto irunés que frenado Miranda sólo tuvo a un Valderrama muy incisivo en sus penetraciones como único estilete ofensivo.
El parcial de 8-0 de salida podía ser un motivo para que los locales ganasen en confianza pero no fue así dado los continuos errores y la persistencia en buscar lo más difícil en ataque de los de Ruiz de Lazcano y no lograban despegarse en el marcador. De esta manera el primer cuarto finalizaba 15-9.

El segundo cuarto fue más de lo mismo, los visitantes se acercaban a 4 puntos pero los de Santutxu con su segunda unidad conseguían volver a poner los 10 puntos de ventaja en el marcador llegándose al descanso con un 33-22 que no reflejaba las sensaciones que se plasmaban en la cancha de que el partido estaba aún abierto.

Tras el descanso, el partido comenzó igualado con los visitantes en defensa zonal hasta que Gorka Seco, de nuevo con dos triples destrozaba esa zona y parecía ya romper el encuentro a favor de los de casa con una veintena de puntos de ventaja. Pero el partido acababa de decidirse en el minuto 5 del tercer cuarto, tras rebajar los de Irún su desventaja a los 16 puntos, se sucedía una jugada rara en la que los árbitros tomaban una polémica decisión al convertir una posible falta de un jugador local en una falta antideportiva para los de Irún. A los visitantes se les fue la cabeza por momentos lo que provocó la señalización de unas 4 técnicas y la descalificación de un jugador y su entrenador. Los bilbaínos no lo aprovecharon del todo y tras volver a coger 20 puntos de ventaja veían como esa diferencia se reducía a 15 puntos al finalizar el tercer cuarto 57-42.

En el último cuarto, los de Irún se acercaban a 12 puntos a falta de 6 minutos para el final, pero afortunadamente a los guipuzcoanos cortos de efectivos, se les acabó la gasolina y los de Ruiz de Lazcano pudieron ampliar de nuevo la ventaja y llevarse una jugosa renta.

En definitiva, lo que importa es que se ganó a pesar de no jugar bien y los de Santutxu con un 3-1 favorable certifican su mejor comienzo de los últimos años lo que debería hacer mirar más hacia arriba que hacia abajo sin olvidarse de dónde se viene para no crearse falsas expectativas. El trabajo psicológico que tiene que hacer su entrenador será muy grande para convencer a sus jugadores que dejen de mirar al suelo a la primera adversidad y para que por fin saquen a relucir un gen competitivo que les permita jugar de tú a tú a todos los equipos.

                                         ¡Mucho animo a todos los nuestros!

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