18/05/2015

¡EL “MERCADILLO”DE FICHAJES, ESTÁ ABIERTO!

Cuando aún faltan pocas semanas para que acaben de competir nuestros equipos. Se ha iniciado “el mercadillo” de fichajes, utilizo el diminutivo, no en tono peyorativo, sino por asemejar la expresión a la capacidad de fichar que tenemos en el basket bizkaino, que me parece más bien poca.

Decía nuestro compañero Roberto Calvo en el Deia hace pocas semanas, que la filosofía del FC Barcelona de la ACB en los últimos años, era la de debilitar a sus rivales por medio de “robarles” los jugadores destacados de sus plantillas. Pero desgraciadamente este tipo de filosofía parece que no esté dando resultado, o al menos en los últimos años. Quizá algún equipo bizkaino se vea reflejado en este tipo de filosofía, o quizá todavía su vista no llega más allá de su ombligo, y siguen llamando formadores.

No sé de donde sale esa obsesión que tienen algunos por reforzar sus equipos antes que nadie, de ajustar sus plantillas con los jugadores formados por el vecino. Este hecho posiblemente sea el primer generador de malestar entre todos los que formamos el baloncesto en Bizkaia. Trabajas para mejorar a alguien y al final de temporada te deja por no sé qué promesas. Llamadas de teléfono, acabando la conversación con un ¡no lo comentes!, reuniones semiclandestinas con jugadores/as y padres, ofreciendo expectativas de futuro o algo por el estilo.

Todo esto, es razonable si hablamos de jugadores mayores de edad, que tienen (se supone, capacidad para decidir que quieren o que no quieren hacer con su vida) sin embargo el problema estriba cuando damos el tratamiento de adulto a un menor de edad
Hay quienes no se ha enterado aun, que es recomendable, no dar el mismo trato a un menor que vive en periodo formativo a nivel físico, y psicológico y que es vulnerable a determinados cambios, como si se tratara de un profesional que gana un salario con la práctica del baloncesto. Por si alguien no se ha dado cuenta, lo más importante para el menor es su formación intelectual y la creación de una personalidad rica en valores. Para un profesional lo más importante es poder seguir viviendo de su profesión y si no que pregunten en el Bilbao Basket.

Llevo un tiempo escuchando, que no sé quien, ha hablado con los padres de alguien para ofrecerle no se qué. El día menos pensado van a proponer a un padre, que su hijo (que aun está en la guardería) cambie de equipo para jugar a baloncesto.

Pido perdón por anticipado pero lo único que se me ocurre es reírme, cuando me hablan de que se ha pedido a unos padres que cambien a su hijo/a de club. Es una pena, pero ocurre a veces que quien se pasa toda la vida mirando fuera deja de ver lo que tiene dentro. Lo he sufrido, mientras tú trabajas como un loco para mejorar lo de casa, alguien ya ha decidió sin consultarte, que esas jugadores/as no valen para mayores aventuras. Y vuelta a empezar, jugadores/as frustrados, entrenadores/as frustrados y padres y madres frustrados…disputas entre clubes que siendo de la misma región y deberían ayudarse para engrandecer el baloncesto bizkaino, pero ven en su hermano y vecino un enemigo que no solo se lleva a sus mejores jugadores, sino que además lo hace a hurtadillas y por la por la puerta de atrás.

Las preguntas que me surgen son bien sencillas, ¿Es tan importante el baloncesto bizkaino o los clubs que lo componen para andar así? ¿Son tan importantes las diferencias entre un sitio y otro? ¿Qué mejoras encuentran los jugadores/as auténticos protagonistas de esta situación, a corto y a largo plazo? ¿Le garantizamos al chaval un futuro? ¿Tal vez, su nuevo club le va a ayudar a encontrar un trabajo al padre o a la madre, si tiene problemas? En definitiva ¿Qué gana el jugador? ¿Y su familia?

Saquen ustedes sus propias conclusiones de si este sistema que está montado tiene razón de ser o puede ser de otra forma. Sin embargo hay algo que me hace dudar mucho de que estemos en el camino correcto.

Pues tenemos como consecuencia el bajón de nivel que en las ligas territoriales se ha dado, jugadores y jugadoras que cambian de club con la esperanza de conseguir ganar títulos. Y resulta que la constancia, la paciencia y el trabajo de nuestros vecinos guipuzcoanos y alaveses dan al traste con estas aspiraciones de títulos. ¿Puede ser que en vez de dedicarnos a fichar jugadores deberíamos potenciar y cuidar lo que tenemos? ¿Cómo es posible que Bizkaia sea el territorio con más fichas y cuente con el mayor número de abandonos? Creo que habría que hacer una reflexión a todo esto y pensar un poco más en los jugadores y menos en las medallas que padres/madres y entrenadores nos vamos a colgar en nuestro hinchado pecho, a base de los logros de chavales y chavalas menores de edad.

Recordemos que una de las mejores maneras de mejorar es la competición, el tener un rival digno con el que luchar, un rival que este a tu altura. Y quizá la mejor forma de conseguir esto en Bizkaia no sea la de “hurtarse” jugadores y jugadoras entre clubes, cada vez desde edades más tempranas. Quizá la solución sea trabajar, y tener la paciencia suficiente para lograr la mejora a medio y largo plazo sin preocuparse tanto de los resultados, pues estos si trabaja pronto o tarde llegarán.

También recordaremos todas las alegrías que las selecciones minis nos han dado este año, y el anterior, y el anterior. Pero a la vez debemos recordar las pocas alegrías que nos van dando las selecciones infantiles y cadetes de Bizkaia. Para mi es una tendencia clara, ¿Veis lo mismo que veo yo? ¿Cuál es la razón de la mejora continua en nuestros vecinos de Gipuzkoa y Araba y no la nuestra?

Quizá sea la hora de comenzar a trabajar para engrandecer en baloncesto bizkaino globalmente, entre todos, y no jugar en el marcadillo para quedar campeón de barrio.

¿Por qué no existe el mismo “mercadillo” para los entrenadores? ¿Por qué los clubes “no se pegan” por ese entrenador que ha conseguido mejorar técnica, táctica y humanamente a un grupo de 12 niñas, siendo todas participes de los resultados del equipo (independientemente de si ganan o pierden)? ¿Por qué hay buenos entrenadores en su casa, con experiencia y la titulación de Entrenador Superior? ¿Por qué no suena el teléfono para preguntarle por sus opiniones o sus expectativas como entrenador?

Tal vez, solo tal vez, es posible que los buenos entrenadores no reciben ofertas (ni buenas ni malas) para cambiar de club, porque quienes tienen que hacer esas ofertas están muy ocupados hablando con los padres y madres de sus próximos “fichajes”.

Tal vez el día que los padres soliciten a los clubs que a cambio de que el niño/a juegue en un determinado sitio, paguen el instituto o la universidad, se regulará esta situación y los menores dejaran de hacer kilómetros en balde.

Zonabizkainaren Taldea

  • Email