Imagen de archivo de un Dominion Bibao Basket - Zornotza St

Desde hace tiempo, se nos viene anunciando la intención por parte del equipo Bilbao Basket de iniciar un proyecto de cantera, que parece que se viene posponiendo por los problemas económicos de la entidad. En las últimas fechas se anunciaba el regreso al club del ex jugador Raúl López con la idea de que sea el impulsor de dicho proyecto. En estos momentos, la incertidumbre rodea al resto de clubes de Bizkaia, que se mantienen expectantes ante el desconocimiento de cómo les pueda afectar dicho plan, ya que aún no se conocen las ideas base que se quiere poner en marcha, ni cuando se iniciaran.
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Como coordinador que fui de un Club de base durante más de 25 años, y en estos momentos, no siendo defensor del interés de ningún club, ya que he decidido descansar al menos esta temporada, creo que es oportuno hacer un poco de historia sobre proyectos de cantera anteriores y dar mi parecer al respecto. En primer lugar, quisiera dejar claro que yo sí considero necesario este paso que quieren dar en Miribilla, siempre y cuando se ponga en marcha únicamente para frenar la fuga de jóvenes promesas bizkaínas a otros clubes de fuera de nuestra provincia, como viene ocurriendo últimamente, y apostar por ellos para que lleguen al primer equipo de nuestro territorio. Si dicho proyecto va a servir para poder optar a subvenciones públicas, teniendo unos cupos de jóvenes bizkaínos de usar y tirar y fichar jugadores jóvenes extranjeros, o de otras provincias de España, como hacen otros clubes ACB, desde ya me opongo a que dicho proyecto salga adelante.

Una vez hecho mi posicionamiento, conviene hacer un poco de historia.

Remontándonos a la época del Caja Bilbao, en mi opinión, la puesta en marcha de sus equipos cadetes, juveniles y juniors, fue nefasta para el resto de clubes de base de Bizkaia.

Lo que se empezó como operaciones altura y escuelas, se acabó convirtiendo en fichar a los mejores jugadores del resto de clubes bizkaínos con promesas que casi siempre acababan incumpliéndose. En alguna ocasión se nos cedían uno ó dos jugadores de sus escuelas en compensación por un jugador de muchísimo más nivel que nos llevaban y el resto de promesas caían en saco roto. Así las equipaciones, balones, entradas… prometidas en compensación nunca llegaban. El desánimo y el malestar con el Caja Bilbao, comenzó a llegar, y en esta época pasamos de unas ligas muy competitivas con 7 u 8 equipos luchando enconadamente por el título de Liga a unas ligas en las que los equipos del Caja Bilbao arrasaban cuando querían y el resto salíamos casi de meras comparsas a competir.

El segundo gran proyecto que tuvimos, años después, fue el proyecto Siglo XXI, liderado por la Federación Española y subvencionado por nuestras instituciones.

Como asambleísta de la Federación creo que fui la única persona que se opuso y creo que el tiempo me dio la razón ya que de nuevo no veía nada claro que chicos venidos de otras provincias fueran a acabar jugando en Bizkaia. No cabe duda que fue un proyecto exitoso para el baloncesto nacional, de allí salieron por ejemplo “El Chacho” Rodríguez, Fran Vázquez, los hermanos Urtasun, Saúl Blanco.., pero los cupos bizkaínos para que el proyecto fuese subvencionado por las instituciones, se quedaron en el camino y sólo uno de estos jugadores “foráneos”, Fran Vázquez, llegó a vestir unos meses la camiseta del Bilbao Basket. Por contra, fuimos los clubes bizkaínos, los sufridores todos los fines de semana de derrotas escandalosas y, de nuevo, la motivación de salida sólo podía ser salir a competir por el segundo puesto.

Estos dos proyectos dejaron muy tocadas las infraestructuras de muchos colegios y de algunos clubes. Se pueden enumerar varios de tradición que se vinieron abajo y prácticamente todos los que se veían afectados con la marcha de jugadores pasaron momentos críticos en sus equipos.

Entre ambos proyectos y posteriormente al Siglo XXI, surgieron entrenadores con muy pocos escrúpulos, dando saltos de un club a otro, tratando de aprovechar las heridas creadas en los clubes, convirtiendo el baloncesto de base bizkaíno en un auténtico mercadeo, apoyados por unos padres y jugadores que no conocen las palabras EQUIPO, FIDELIDAD, SACRIFICIO, DEDICACIÓN, EXIGENCIA o AUTOCRITICA y demás valores que otros muchos entrenadores en silencio y sin ponerse medallas enseñan en nuestros clubes. Personas que desde pequeñitos moldean niños, les enseñan la base del baloncesto y que posteriormente no se valora su trabajo dejándoles en la estacada cuando los jugadores se creen figuras.

Pero, al final, como cabía de esperar, cuando no se cultivan valores, también a estos entrenadores y clubes aprovechategis los jugadores acaban abandonándoles y ahora, desde algunos sectores se llevan las manos a la cabeza porque los chavales se marchan a clubes ACB cuando en multitud de asambleas algunos clubes denunciamos estos casos y no se puso el remedio adecuado porque no había voluntad para ello.

Espero y deseo que el Bilbao Basket sea capaz de aprender de los errores cometidos en el baloncesto bizkaíno en los últimos años y no los repita, pues los resultados son ya conocidos.

Por ello y aunque soy partidario de un proyecto de cantera de Bilbao Basket en Bizkaia y para Bizkaia , no creo que lo oportuno sea y, más teniendo en cuenta la situación económica del club, la creación de equipos de base por su parte.

En mi modesta opinión, lo ideal sería que el Club de Miribilla, en consenso con la Federación Vizcaína de Baloncesto liderase un gran acuerdo con todos los clubes bizkaínos de colaboración mutua donde prime que los jugadores de proyección deban continuar en sus respectivos colegios ó clubes donde empezaron a jugar siempre que haya la infraestructura necesaria para poder hacerlo y sino ayudar a crearla. Cuando lleguen a juniors , estos jugadores deberían tener al lado de casa multitud de opciones (LEB Plata, EBA, Primera, Segunda División…) para elegir donde ultimar su formación para conseguir llegar a la élite sin saltarse ningún escalón en su etapa de formación. Donde se acuerde todo lo que Bilbao Basket crea necesario para el buen desarrollo de estas futuras promesas, como días de entrenamiento con equipo técnico de Bilbao Basket y días con su club, compatibilidad con tecnificaciones federativas ó no, seguimiento de estos jugadores con asesoramiento técnico, físico, médico, nutricional y psicológico para ellos, asesoramiento técnico y táctico a los entrenadores de los diferentes clubes que trabajen con ellos recomendaciones de posiciones donde deben jugar estos chicos, esquemas de juego ideales, categorías donde deben jugar por su calidad técnica y física, etc. Es decir un gran plan para todos y no el plan para uno.

Además, se podrían consensuar un calendario tanto con los clubes como con la Federación Vizcaína para que el Bilbao Basket pueda reunir a estos jugadores a lo largo de cada temporada, como, por ejemplo, el Campeonato de Euskadi de Selecciones Mini, Infantil, Cadete y Junior, Torneo Internacional de Barakaldo, Torneo SUB20 de Arrigorriaga, MINICOPA, y otros muchos torneos no oficiales que se juegan por toda España y en nuestra provincia, organizados por los diferentes clubes, donde como equipo podría juntarse a estos jugadores de proyección.

Esta mayor competitividad premiaría a quien mejor trabaje sus canteras, a quien se preocupe por mejorar a sus entrenadores. Haría más atractivas las ligas provinciales y haría que más equipos tengan opciones de acceder a las Ligas Vascas, a los Campeonatos de España y conseguiríamos que nuestros jugadores copasen las Selecciones de Euskadi como nos corresponde por número de licencias y habitantes.

Nuestros jugadores de proyección profesional tendrían que acostumbrase a liderar sus equipos y a enriquecer a sus compañeros, cosa que no ocurre cuando los 12 mejores están en un mismo equipo porque sólo 5 pueden estar en la cancha. Seguiríamos teniendo los mismos jugadores de proyección pero además ganaríamos más y mejores jugadores para los divisiones intermedias (LEB, EBA…)

Los padres y jugadores deben saber que lo importante no es jugar una Liga Vasca o un Campeonato de España Mini, Infantil ó Cadete donde no llegas en la mayoría de los casos a los cuartos de final sino que el día de mañana ese niño ó esa niña lleguen a jugar lo más arriba posible y con una formación-educación integral

Y si además entre todos cultivamos que el sueño de estos chico sea jugar en el Bilbao Basket ó en el club que en el futuro esté más arriba en nuestra provincia, entonces estaremos triunfando como clubes, como entrenadores y como provincia

Lo que propongo supone un ahorro económico en inscripciones, licencias, arbitrajes, instalaciones … para el Bilbao Basket , ahorro que se podría dedicar por una parte, a formar un equipo técnico propio que de la formación necesaria a los jugadores, que mejore el nivel de los entrenadores de base, que fomente la competitividad en el interior del baloncesto bizkaíno y que fomente no sólo la fidelidad de los padres y niños a sus respectivos clubes de origen, sino que también impregne a todos ellos de una fidelidad debida al Bilbao Basket, y por otra, para poder reunir a los jugadores con mayor proyección para que puedan acudir a citas amistosas donde competir contra equipos grandes. Además con esta fórmula el acceso a los jugadores se podría hacer ya desde el primer año que los niños empiezan a jugar a baloncesto y no desde edades posteriores donde a veces se llega tarde para formarles.

Que los clubes de base de Bizkaia estén satisfechos con el proyecto de cantera del Bilbao Basket supone además garantizar el futuro de la masa social del club. Un rechazo a este proyecto no sería nada bueno para él.

Esperamos que Raúl López sepa utilizar toda su magia, buena mano y esas buenas dotes de dirección de equipo de las que gozó en las canchas, también en los despachos y con todas sus experiencias NBA, ÑBA, ACB…, sepa cerrar las heridas que aún hoy hay en muchos clubes de cantera bizkaínos y no abra nuevas heridas que lleven de nuevo al declive de clubes, algunos de ellos, que empiezan de nuevo a asomar la cabeza tras una larga travesía por el desierto, y logre hacer un gran proyecto de base para el Bilbao Basket y para el baloncesto bizkaíno del que todos nos sintamos orgullosos y participes.