21/07/2025

CANTERO DE TODO, CANTERA DE NADA.

Juntos somos mas. ¿Y mejores?
No te has confundido, no. Seguimos hablando de baloncesto aunque te pueda despistar el inicio del articulo. Nuestro baloncesto y sus últimos movimientos. Llevamos meses escuchando entre susurros, pero parecía que nadie iba a darle eco a las noticias. Todo ello nos ha obligado a afilar el lapicero.

En unas semanas donde las noticias en Bilbao y Bizkaia se han centrado en Nico Williams y su más que sorprendente continuidad en el Athletic Club (para ser honestos, la conversaciones se centraban más en su presumible marcha a un F.C. Barcelona que parecía que una vez más iba a aprovecharse de la fragilidad del sistema y de las normas del famoso fair-play financiero que nunca cumple, salvo cuando le obligan, como ha sido este caso), a uno le surgen muchas reflexiones cuando se ha venido debatiendo sobre si el joven jugador siente o no los colores o si está respetando o no lo que realmente significa el Athletic y su cantera o por qué ha tomado una decisión o la otra. Reflexiones que van más allá del fútbol y que podemos equiparar a muchos ámbitos de la vida, como en el caso de este artículo, al baloncesto y al ecosistema de cantera que tenemos aquí en Bizkaia.

Muy entrados ya en julio, ya llevamos semanas con los clásicos tejemanejes de todos los años. Que si fulanito se va a no sé dónde, que menganito ficha por tal, que si promesas de todos los colores… Hasta aquí, nada nuevo ¿verdad?

Promesas. Pues eso. ¿Qué son las promesas? ¿Para qué sirven? Nos referimos a las promesas de los clubes, directivos y/o entrenadores ¿o a las promesas de los jugadores? Esos que, en infantiles, cadetes, juveniles prometen, pero al final acaban llevándonos a ninguna parte.

Vamos a hacer un breve listado de jugadores profesionales de nuestra cantera, nuestra provincia. Y vamos a mencionar a los que se encuentran en primera línea, en equipos de ACB o Primera FEB. López-Arostegui (Valencia Basket, 28 años, 1997, Askartza-Getxo), Jorge Bilbao (Baloncesto Fuenlabrada, 30 años, 1995, Loiola), Unai Mendikote (Club Baloncesto Orense, 26 años, 1999, Salleko-Unamuno), Aitor Etxeguren (Amics Castelló, 22 años, 2002, Askartza-Loiola), Asier González (Odilo Cartagena, 25 años, 2000, Paules-Getxo). En chicas, hemos perdido prácticamente la representación bizkaina en Liga Femenina, ya que Gracia Alonso de Armiño (32 años, 1992, Santutxu-Ibaizabal) se ha retirado del 5x5 para centrarse en el circuito del 3x3 y Marta Alberdi (24 años, 2000, Gernika) no ha sido renovada por su club de toda la vida, Gernika y hasta la fecha no tiene destino. La que si sigue compitiendo es Itziar Ariztimuño (26 años, 1998, Loiola Indautxu) que tras convertirse en capitana y santo y sea del Gernika, decide no renovar para fichar por el IDK Euskotren donostiarra, quedando como única representante bizkaina en la máxima categoría femenina.

Podríamos seguir haciendo un listado con aquellos en Segunda o Tercera FEB, LF Challenge o LF2, a cuanto más bajemos más encontraremos, pero hemos de ser realistas y hablar de baloncesto profesional, con todo lo que ello conlleva, siendo posible contar con los dedos de una mano (y nos sobrarían dedos) aquellos bizkaitarras con condiciones mínimamente profesionales en las antiguamente denominadas Plata o EBA.

Ya son 7 años desde que el proyecto de cantera del Bilbao Basket apareciera para erigirse como el estandarte del basket bizkaino, allá por la temporada 18/19 donde empezaron desde categoría especial, tanto en cadete como en junior, para luego en la misma temporada conseguir ascender a Liga Vasca en diciembre y en mayo lograr sus primeros billetes para el campeonato estatal, donde han sido habituales (salvo en la 19/20 por la pandemia donde no hubo campeonato, ausentándose los cadetes en la 23/24 y los juniors en la 22/23). En cuanto al palmarés, en categoría junior lograron avanzar a las eliminatorias de octavos en la 23/24, mientras en cadetes han sido más asiduos en esas lides, logrando dicha gesta en 4 de sus 5 participaciones. El equipo senior, que saldría un año más tarde directamente en Primera Nacional, no tardaría mucho en alcanzar la liga EBA, quedándose a una victoria en la 23/24 de alcanzar la LEB Plata.

Lo que este “envidiable” palmarés esconde, sin embargo, es que desde su irrupción en el panorama, ningún otro equipo bizkaino ha logrado acompañar a los hombres de negro en los estatales cadete y junior. Y es un dato. Tal vez argumentar esto pueda hasta de alguna forma tacharse de ventajista, ya que las plazas que dan acceso al Campeonato de España son muy escasas (2, en el mejor de los años 3), y siempre está presente ahí el transatlántico Baskonia, con los vecinos gipuzkoanos de Easo siendo por norma general quienes compiten con los bilbaínos por esa segunda plaza vasca.

Si nos remontamos en el tiempo, por ejemplo, cinco años atrás, podemos ver lo siguiente. En categoría junior, un único representante bizkaino, Unamuno, con dos apariciones (13/14 y 16/17, donde logró clasificarse para la ronda de octavos), mientras que en cadetes además de Unamuno (4 temporadas seguidas, desde la 13/14 hasta la 16/17), Loiola Indautxu en la 16/17 representó a Bizkaia en el estatal, siendo este año especialmente bueno para los bizkainos donde Unamuno logró llegar a octavos, y Loiola a cuartos, siendo este el mejor registro en años para un conjunto de Bizkaia.

Las cifras no difieren mucho las unas de las otras, pero el modelo tampoco, basta con ver cuántos jugadores de las plantillas de aquellos Unamunos y Loiolas eran de la casa y cuántos fichados. La realidad es que antes de la existencia del Bilbao Basket como aglutinador del talento, eran dos, como mucho tres los equipos que se repartían el pastel. Variaba bastante en función de las generaciones, el que coincidiera que tuvieran plazas en Ligas Vascas, así como el poder de persuadir de los entrenadores y dirigentes de las entidades. No sólo eso, la composición de las plantillas era diferentes, y es que antes los equipos punteros no aglutinaban a los 12 mejores físicos o mejores jugadores de la competición. El talento estaba más repartido, y competía de forma más asidua entre sí. Cada escuadra contaba con 2, 3 referentes dentro de las plantillas, y el resto de la plantilla acompañaba. Ahora, los que en sus equipos podrían ser los primeras o segundas espadas, en el conjunto bilbaíno puede que sean el jugador número 5,6… y los partidos son meros trámites salvo contra los equipos punteros como Baskonia o Easo.

Podríamos discutir que el nivel de los entrenamientos es más elevado, ya que los supuestamente mejores entrenan y compiten entre ellos a diario. ¿Pero en competición? ¿Compensa, acaso, disputar una liga donde se ganan de manera holgada todos los partidos salvo 3 contados? ¿Es lógico que se busquen partidos amistosos contra equipos punteros de otras provincias, llegando incluso a priorizar estos sobre los partidos de liga? ¿Hasta qué punto es lógico crear un equipo infantil que compita en cadete?

No es una crítica al Bilbao Basket, ni mucho menos. Ahora ellos llevan la batuta, pero antes eran otros los que ocupaban su lugar, y su papel. Es una crítica al sistema y al entorno. Al igual que se podría criticar a las federaciones bizkaina y vasca en cuanto a los diferentes campus de tecnificación o selecciones se refiere. ¿Quiénes los gestionan? ¿Quiénes son parte de los staffs? ¿Todos los entrenadores cuentan con la titulación requerida? ¿Y con la experiencia? ¿Son profesionales o amateurs? ¿Existen intereses deportivos que puedan generar conflictos? ¿Y conflictos de intereses económicos? ¿Un jugador que acude a un determinado campus o a una sesión de tecnificación con entidades privadas tiene más opciones de formar parte de las selecciones que uno que no?

Este verano ha comenzado de lo más convulso en la provincia con la irrupción del Bilbao Basket en la parcela femenina. En palabras de Isabel Iturbe, presidenta de la entidad bilbaína, para DEIA “El baloncesto femenino en Bizkaia está muy bien organizado, no queremos entrar como elefante en cacharrería. Hay una pirámide, con el Gernika arriba, luego Ibaizabal y Barakaldo… Entraríamos en la base, ahí está la cantera. Hemos generado el método con nuestra cantera masculina y lo trasladaremos a la femenina. Ya hemos hablado con los distintos clubes y nosotros lo que haríamos sería proporcionar una formación de calidad y profesional.”. Unas declaraciones que pueden suscitar diferentes sensaciones a la gente del baloncesto bizkaino.

¿Qué es la base? ¿Por qué los equipos de Bilbao Basket comienzan desde categoría infantil y no antes, en minibasket o premini? ¿Cómo es posible no querer entrar como elefante en una cacharrería, pero a la vez fichar 8 jugadoras juniors de los que hasta ahora han sido los dos clubes punteros de baloncesto femenino en Bizkaia como son Loiola y Gernika? ¿Es fichar cadetes y juniors entrar en la base? ¿Cuál es el método? ¿Formación de calidad y profesional como signo distintivo, significa que el resto de clubes no pueden dar esa formación a esos niveles? ¿Tienen dedicación exclusiva profesional los entrenadores de cantera Bilbao Basket? Incluso podemos ir más allá… ¿entrenan de manera exclusiva estos entrenadores a Bilbao Basket? La respuesta es sabida en un mundo donde todos nos conocemos. ¿Cuáles son las condiciones laborales de los entrenadores del Bilbao Basket? ¿Se les puede considerar profesionales?

Una vez más reitero, no es una crítica a ningún club en concreto, sino al sistema. Los que hoy lloran porque les han fichado 5 jugadoras, ayer eran ellos los que sin ir más lejos fichaban a esas cinco jugadoras de otros equipos, aglutinando el talento. ¿Era eso trabajar la cantera? ¿No hubiese sido más doloroso aún, el no haber tenido que fichar a esas cinco jugadoras, haber formado a las de casa y que te ficharan a esas? ¿Es lícito vanagloriarse con que hay que trabajar la cantera, pero a la vez intentar fichar a jugadoras que sustituyan esa fuga de talento?

¿Para que sirven las canteras si no llegan jugadores a la elite? ¿Hay otros motivos que no conocemos para ello? En los siete años de la sección masculina, cero jugadores consolidados en ACB. Que no nos engañen con los debuts, podríamos ver la relación de debutantes y donde acaban jugando dos años después. Veremos qué ocurre con la sección femenina y si tampoco es capaz de dar profesionales remunerados y reconocidos. Todo ello en un momento donde el físico y el talento de nuestras deportistas es destacable, aunque también hay otros componentes que dificultan la labor.

En resumen, podemos decir que somos ejemplo de todo y de nada. Especialmente de nada. Nos paramos a decir lo buenos que somos, lo mucho que entrenamos y lo bien que lo hacemos, pero según salimos de nuestras fronteras nuestras costuras quedan a relucir, pero a nadie se le saltan los colores. No hace mucho se aducía a la falta de físicos, falta de entrenamiento. ¿Cuál es la excusa ahora? Aglutinamos todo el talento, entrena de forma conjunta con sesiones a medida, tanto individuales como colectivas. ¿Dónde está el problema? Sin duda, en que no somos competitivos, ni lo seguiremos con el modelo actual. ¿La solución? Es nuestra, pero puede que estemos lejos de encontrarla. O tal vez no.

Nosotros no respondemos, solo preguntamos. 

Zona Bizkainaren Taldea

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