Casualidad o no, los últimos fines de semana, viendo partidos de baloncesto, he tenido conversaciones con amigos entrenadores sobre el nivel cada vez más bajo de las y los jugadores.

Mi punto de vista es que el nivel de baloncesto, en líneas generales, sí ha descendido. En algunas categorías, por ejemplo, cadete femenino, en la que he visto más partidos, me ha parecido muy evidente.

Tampoco es una conversación nueva. Las últimas temporadas, recuerdo haberla tenido más de una vez durante el año. Entonces, si estamos muchas personas de acuerdo en la bajada de nivel baloncestístico, ¿Cuáles son las soluciones que planteamos? Porque decir que hay un problema es importante. Nos percatamos de qué algo no está funcionando correctamente. Pero si no buscamos la o las soluciones, en mi opinión, nos hacemos parte del problema.

También estas últimas semanas ha habido críticas desde escritores a políticos sobre la capacidad de las y los jóvenes para desde resolver problemas a trabajar duro. Que la juventud en general no es la misma que la de anteriores generaciones es algo que nuestras madres y padres decían de nosotras y nosotros y que con seguridad nuestras hijas e hijos dirán de las y los suyos.

Siempre recuerdo la temporada que éramos 24/25 jugadores el primer día y podíamos tener dos equipos. Pasábamos 2 horas dando vueltas al campo de fútbol por la mañana y 2 por la tarde, de lunes a viernes, El sábado solo por la mañana y el domingo libre para repetir desde el lunes. Hasta que nos quedamos 13 jugadores y en 15 días no pisamos la cancha de baloncesto. Hoy al segundo día, posiblemente, ni para tener un equipo quedarían jugadoras o jugadores.

Quiero remarcar que en muchas cosas somos diferentes y aceptamos de forma diferente las situaciones que nos plantean o se nos plantean. Pero que parte de esa culpa es nuestra, de los entrenadores, por no educar correctamente, No estoy diciendo que correr en el campo de fútbol sea la manera. El objetivo era ver quiénes queríamos estar en el Equipo. El método funcionó y funcionaba en aquella época y contexto, pero sobre todo porque nosotros queríamos lograr estar en el Equipo. Yo fui uno de los que aguantaron y jugaron en ese Equipo. No lo haré nunca, pero reconozco que nos enseñó y aprendimos mucho. Lo primero que conseguir algo que quieres, cuesta mucho.

Yo hubiese hecho dos equipos, pero el nivel de exigencia hubiese sido el mismo, el nivel de compromiso, trabajo, compañerismo, etc. Toda la educación en y con valores.

Me gusta leer, estudiar, aprender, conocer de otros entrenadoras y entrenadores, también de otros deportes, pero también de sicología, metodología, educación, neurología y cualquier ciencia o texto que pueda aportarme conocimientos para hacer mejor mi trabajo que es enseñar, educar, formar, ayudar.

Para mi alguien que se dedique a entrenar debe tener esas cuatro “ar” muy presentes y todo con mucho cariño y grandes dosis de paciencia.

Encontré esta reflexión de Daniel Pennac y si queréis podéis cambiar profes por entrenadoras o entrenadores:

“los profes no estamos para darles miedo, sino para ayudarles a vencer el miedo de aprender. Una vez superado este miedo, los alumnos son insaciables” ¿Por qué no entrenamos, educamos, formamos, enseñamos con y en valores mediante el baloncesto de forma mejor? ¿Por qué si somos entrenadoras y entrenadores no hacemos nuestro trabajo encantados de tener que hacerlo? Si tuviésemos jugadoras y jugadores perfectos y sin tener que mejorar nada ¿no seríamos meros gestoras y gestores? Deberíamos estar encantadas y encantados de poder enseñar, educar, formar, ayudar. Nos quejarnos de nivel bajo, de falta de ganas de, de, de, …Cuando empezamos con un grupo a todas y todos nos gustaría que tuviesen el mejor nivel posible acorde a sus edades. Entonces ¿por qué no todo el mundo trabaja más y mejor para formar? ¿Por qué no asumimos que en cuanto estamos a cargo de un grupo son nuestros alumnas y alumnos, nuestras jugadoras y jugadores y que tengan el nivel que tengan, ahora es nuestro trabajo formar y enseñar, no quejarnos de lo que deberían saber ya? Porque no existe ningún grupo por muy bajo nivel que tenga que si entrenamos con cariño no mejore. Por supuesto, que si el nivel de comienzo es muy bajo no podemos lograr un nivel perfecto, pero mejoran fijo. Si el objetivo de cada temporada es ser mejores que cuando se empieza. Podemos lograrlo si hacemos el trabajo más y mejor.

Hay otras dos frases: Solo hay una manera de hacerlo y es bien, si no sale se vuelve a hacer hasta que salga bien. La otra; Nunca dejar a nadie atrás.

Cuando algo no sale o cuesta lo repetimos. En baloncesto, repetir es fundamental para aprender. Eso no quiere decir que tenga que ser aburrido ni desmotivador. Tampoco que se repita lo mismo de la misma forma porque tal vez el problema está en la forma y haya que buscar otra para conseguir el objetivo del aprendizaje. Cuando decía que creo fundamental el cariño, aquí es uno de los momentos para utilizarlo enlazando con la segunda frase. Cariño para buscar métodos individualizados para cada jugadora y jugador que lo necesite. Hay cosas que en modo general no funcionan y debemos buscar el sistema adecuado para cada persona y el cariño para que las personas a las que más les cuesta no se vengan abajo y por supuesto redoblemos esfuerzos, cambiemos métodos para lograr que aprendan porque no podemos dejar a nadie atrás.

Estoy convencido que, si ilusionamos, enseñamos, educamos, formamos y ayudamos nuestros grupos los mejoramos tanto individualmente como colectivamente y los convertimos en Equipos.

Pasar de un grupo de gente con la misma camiseta a un Equipo es también nuestro trabajo.

Si todas y todos los que nos dedicamos a trabajar en las categorías de formación, formamos más y mejor, seguro que los niveles serán mucho más altos.

Andoni Ibañez Bidaurrazaga Entrenador Baloncesto