Los triunfos solo se consiguen en la cancha.

Quizás no entendáis que significa este titular y os preguntéis el porqué de la cuestión. La realidad es que hace mucho tiempo que ronda por mi cabeza la dichosa pregunta, producto de lo que se comenta en muchas conversaciones que se producen a diario en nuestra provincia entre gente de baloncesto. Cuando a muchos de vosotros se os hace la pregunta, todo respondéis que ganar en la cancha, pero la realidad es que en Bizkaia ahora mismo es más sencillo ascender de categoría en los despachos que en las canchas de baloncesto, así de triste pero así de cierto. Y no estoy poniendo en cuestión la legalidad de estos, llamémosles intercambios o cesiones de plazas entre clubes, que sabemos que con la actual reglamentación son completamente legales, pero no por ello son éticos ni morales. En mi opinión, son todo lo contrario, se convierten en continuas injusticias, temporada tras temporada, año tras año.

Intentaré explicar a lo que me refiero para quienes no sepan de lo que hablo. La actual reglamentación federativa permite que cualquier club antes del 30 de Junio de cada temporada pueda regalar, ceder, intercambiar etc cualquier plaza que su club tenga derecho por haberla conseguido en la cancha. Hasta ahí todo correcto. Que ocurre entonces……. A partir de lo citado anteriormente se realizan año tras año infinidad de intercambios, cesiones de plazas etc entre clubes de nuestra bella y admirada Bizkaia sin ningún tipo de control, pero lo que todo esto genera finalmente, son injusticias continuas, porque hay equipos que habiéndose clasificado en buenas posiciones en la pista después de una larga temporada de arduo trabajo y muchas jornadas y horas de entrenamientos, en un simple minuto de conversación entre dos clubes que llegan a un acuerdo telefónico y se quedan pasmados cuando comprueban como otro equipo de su liga que ha quedado peor clasificado que ellos, obtiene el merito del ascenso o del mantenimiento de categoría, gracias al dialogo y no al merito deportivo.

Tenemos muchos ejemplos de lo que he explicado anteriormente, por ejemplo, y no poner nombres, para no ser injusto con unos y otros, un equipo que queda tercero de su competición no asciende de categoría porque no hay plazas por los arrastres, pero sin embargo el equipo que se clasificó décimo y el que acabó colista ascienden de categoría intercambiando sus plazas en los despachos. Así de duro, un equipo que juega la final a cuatro y queda tercero, no asciende, sin embargo asciende el décimo clasificado y el colista no sólo no desciende sino que asciende porque es más hábil a la hora de moverse, venderse y mercadear en los despachos. Este ejemplo es uno de los muchos que han ocurrido. Esto me lleva a una reflexión ¿Para qué trabajar durante una temporada, día tras día? Si es mucho más sencillo levantar el teléfono (ahora sería el wasap) y buscar un alma caritativa interesada en intercambiar o ceder alguna plaza y así, sin ningún tipo de esfuerzo, tener desde enero el ascenso metido en el bolsillo sin necesidad de esperar resultados deportivos…. Esto sin contar la venta de plazas, que también ocurren…..ya sé que se dirá que no se puede hacer ya que es ilegal y no está permitido, pero puedo asegurar por haber sido testigo, que se producen esas “compra venta” de plazas, haciendo pagos sin luces ni taquígrafos. Esto es lamentable y se tendría que acabar con este sistema que solo produce injusticias y malos rollos entre vecinos. Me meteré más en el barro…….. Si no estoy mal informado hay plazas en categorías nacionales que se conceden según bases de competición de la Federación Vasca por proyectos deportivos, etc etc etc….., me refiero a algunas vacantes que se producen en distintas categorías. La idea como tal está bien, pero la realidad es que eso hace que de nuevo las injusticias se vuelvan a producir.

Por ejemplo, el equipo clasificado segundo en la competición más alta bizkaina puede quedarse sin plaza en caso de haber alguna vacante ya que se le puede otorgar a otro equipo de cualquier provincia que haya acabado muy por detrás o incluso que ni siquiera tenía equipo en esa categoría, pero con el razonamiento de proyecto deportivo. Curiosamente un hecho, el de los proyectos deportivos fácil de justificar y que no genera ningún problema por su incumplimiento. Esto vuelve a generar injusticias, genera incertidumbre en muchos clubes que no saben hasta el último día si tendrán plaza o no en una u otra categoría, y deja la posibilidad de dar plazas a dedo sin tener en cuenta las posiciones y los derechos ganados en la cancha. Esta temporada hemos visto todo lo ocurrido en Primera División Femenina, en la que después de muchos movimientos cuanto menos sorpendentes, la consecuencia final ha sido que un club bizkaino como Ibaizabal que tenía derecho a una plaza en primera división e interesado en salir en Primera Regional, se quede sin esa plaza y se vea obligado a salir en Segunda Regional con un equipo y un proyecto deportivo que creo merecía lo que pretendía, no olvidemos que ejerce de filian de un equipo de LF2 y tiene que hacer frente a la formación de jugadoras. Y pongo este ejemplo entre muchos, porque quiero que hagamos esta reflexión, si Ibaizabal no quiere su plaza de Primera División y como tal renuncia a ella y tiene que salir en la última categoría regional, el resto de los casos que ocurren cada temporada debieran ser iguales y que las plazas se concedan por méritos puramente deportivos y no por mercadeos fuera de las canchas. El deporte es deporte y esto no lo parece.

Acabo esta reflexión pública pidiendo lógica y sentido común (dicen que es el menos común de los sentidos) y solicitando que se cambie la norma para que las plazas se otorguen por riguroso orden de clasificación anterior y no se permitan intercambios sin control. Quien no quiera una plaza por la razón que sea que renuncie a ella y esa plaza pase al siguiente clasificado, valoremos más el trabajo en las pistas y los logros deportivos y minimicemos los movimientos oscuros y los favores en los despachos.

Solo así dispondremos de competiciones justas y limpias.